Parto natural: ¿cómo es dar a luz sin anestesia?

Muchas embarazadas tienen el deseo de tener un parto normal, sin intervención quirúrgica – que, además, debe ser la primera opción siempre que no haya una contraindicación expresa para que suceda. Pero entre ellos, hay un grupo que quiere tener una experiencia más específica: el llamado parto natural, que se realiza sin anestesia o medicamentos.

En ese caso, la mujer siente todos los dolores del parto, pero, justamente por eso, gana la ventaja de participar más activamente de ese momento, teniendo su ritmo y tiempo respetados. Sin embargo, vale destacar que, al igual que todo parto, lo natural sólo es indicado para ciertas mujeres, pues la mejor manera de dar a luz a un niño debe ocurrir cuando la salud de la madre e hijo es preservada, independientemente de si será por medio natural, cesárea o domiciliar.

Justamente por ese motivo, vale la pena informarse sobre todo tipo de partos. Y si está pensando en uno sin anestesia, sigue leyendo este post, pues encontrará información preciosa sobre el tema! ¡Toma nota!

¿Cómo es el parto sin anestesia?

El parto sin anestesia es una opción para las mujeres que optan por el parto normal, sin cirugía (la conocida cesárea). Y, como el parto normal es indicado para gestantes que no poseen un embarazo de riesgo, la ausencia de la anestesia también puede ser aplicada a esas mujeres.

Aquí, las contracciones del trabajo de parto son completamente sentidas por la futura mamá. Para aliviar el dolor, masajes, técnicas de respiración, la hipnosis, palabras de consuelo y aliento, la música y el uso de accesorios como pelota de pilates, se indican. Pero, evidentemente, no hacen el mismo efecto inmediato y profundo que la anestesia, que es la aplicación de sustancias para el alivio del dolor.

Los cuidados comienzan en el prenatal

Para la mujer que quiere un parto natural, es necesario que adopte esta decisión antes de que llegue el día del nacimiento del bebé. Cuando la gestante elige el hospital en el que desea parir (o, en el hospital al que está vinculada), lo ideal es que ella conozca el lugar con antelación, para ver si es posible dar a luz de esa forma en ese lugar.

Otro detalle muy importante es saber el equipo de natalidad que se reunirá con ella, e informar a estos profesionales el deseo de dar a luz sin anestesia para ver si trabajan de esta manera.

En la mayoría de los casos, la mayoría de las personas que sufren de una infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se indica otros procedimientos (antes y durante el parto, como los que cité arriba) para aliviar el dolor y estimular las contracciones

¿Cuáles son los beneficios ?

La anestesia no es más que la aplicación de sustancias que auxilian en el control del dolor durante el trabajo de parto. Y, como estas sustancias entran en el organismo de la mujer para actuar en la sensación dolorosa, ellas también lo pasan al bebé. Con eso, algunos niños pueden nacer más somnolientos o tardar más en mamar, por ejemplo.

Cuando el parto es sin anestesia, sin embargo, estos riesgos no existen. Además, las mujeres que pasaron por esa experiencia relatan con mayor importancia  la sensación de haber participado más activamente en el nacimiento del hijo, sintiendo cada etapa del proceso para traerlo al mundo.

¿Todas las mujeres pueden tener un parto sin anestesia?

Depende del caso. Algunas gestantes, por el dolor, ansiedad, etc, no consiguen relajarse durante el trabajo de parto y eso puede entorpecer la dilatación. En estos casos, una salida es la aplicación de anestesia, que acaba haciendo que la mujer se relaje y de ahí el parto ocurre. Por eso, aunque el parto natural sea el mayor deseo de la futura mamá, vale considerar un plan B, pues es en el momento en el que la madre descubrirá cómo responde su cuerpo.

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